martes, 21 de julio de 2009

INTRODUCCIÓN


 Uno de los caballos de batalla de la pedagogía es conseguir llevar a la práctica los ideales expresados en las teorías educativas. Por este motivo no voy a hablar en este blog de los fundamentos teóricos de las comunidades de aprendizaje, de los proyectos que las inspiran ni de Freire ni de Durkheim. Voy a saltarme toda la teoría para exponer cómo funciona una comunidad, sus ventajas e inconvenientes, las incógnitas que deja a su paso, las dinámicas que genera, los cambios, las realidades que viven estos centros.
Estaba aún documentándome sobre las comunidades de aprendizaje y realmente me costaba entender su funcionamiento y mejoras respecto a los centros tradicionales, más allá de los esfuerzos por una integración total del alumnado desde la singularidad personal; Cuando, mientras me ordenaba las ideas, quedé con una compañera de estudios para tener una de esas conversaciones de deshago tan comunes entre estudiantes. Mi sorpresa fue que antes de que yo pudiera exponerle el trabajo de investigación que tenía entre manos y cuán difícil me resultaba entenderlo, debido al total desconocimiento del tema, que ella ya me estaba contando con un entusiasmo contagioso su visita a un centro escolar muy especial. Y así, se interpuso en mi camino la práctica docente de las comunidades de aprendizaje. Con su relato pude encajar todas las pesadas piezas teóricas. Y de este modo me gustaría transmitiros la alegría de este proyecto.